_no a la portada
La Fiscalía pide importantes penas a los ultras que actuaron en la calle Japón

La Fiscalía pide importantes penas a los ultras que actuaron en la calle Japón

El pasado 21 de marzo el Servicio de Delitos de Odio de la Fiscalía Provincial de Barcelona presentó su escrito de acusación por los delitos cometidos por los ultras de Democracia Nacional en su oposición a la apertura de la mezquita en la calle Japón.

El documento hace una detallada relación de todas las acciones que considera delictivas: agresiones y amenazas a miembros de la comunidad musulmana y de entidades del barrio; insultos, pintadas y acciones ofensivas contra su religión; destrozos en puertas y persianas del centro. En el informe también se muestra la relación de su comportamiento con la difusión de ideología nazi. Considera en conjunto que se han cometido cuatro delitos: de coacciones, de amenazas graves, de lesiones leves y de ataque a derechos fundamentales, con el agravante en los tres primeros casos de discriminación religiosa.

En función de esta amplia suma de actos delictivos donde se identifican a sus autores, la Fiscalía pide duras penas a los acusados, de hasta diez años al máximo dirigente del grupo neonazi, además de indemnizaciones a las personas y a la comunidad que padeció sus ataques.

Sabemos que los procesos judiciales son largos y de resultado incierto. Pero lo que el documento de la Fiscalía señala es que hay indicios fuertes que en la calle Japón se cometieron delitos contra un colectivo por razones xenófobas. Que éstas fueron duraderas y que sólo acabaron cuando, a demanda de la misma Fiscalía, el juez ordenó que los militantes neonazis se alejaran de la calle Japón.

Este escrito da la razón a los que siempre defendimos: que la comunidad islámica tenía el mismo derecho a la apertura de la mezquita que tienen todas las confesiones religiosas. Que la presencia de neonazis en el barrio nada tenía que ver con la defensa de derechos y sí mucho con la violencia, el racismo y la manipulación política. Que la calle Japón ha vuelto a ser pacífica cuando estos individuos han desaparecido. Y que la convivencia impera con toda normalidad.

Este ha sido el objetivo de todo nuestro trabajo en el tema. Que el ejercicio de un derecho, en este caso el de culto, sea una cosa normal. Que ninguna persona del barrio sienta que es discriminada por origen, religión o cualquier otra situación. Que la convivencia se crea con el respeto y la aceptación de lo que cada uno es. Y que la mayor amenaza a la convivencia la constituyen estos grupos neonazis que quieren imponer por la fuerza su criminal forma de pensar.

Associació de Veïnes i Veïns de Prosperitat

Loading